Une lettre pour toi...

Hoy simplemente me dieron ganas de escribirte. Disfrazado de ganas va el reporte que, hasta la fecha, he generado. Quiero informarte que cada días que te tardes en llegar se cobrará con favores e intereses en miradas. Cada lágrima derramada que cuestes, posiblemente te reste credibilidad o te añada interés, pero ¿para qué ponerse quisquillosos?. Cada gotita de dolor será un fin en sí misma.
Los abrazos, caricias y besos los dejo a tu elección, pero quedan sujetos a disponibilidad, bajo la claúsula de la espontaneidad y la pasión.... muuuucha pasión.
Llamadas a horas no adecuadas de la noche están sujetas a cambios sin previo aviso, aunque son permitidas en casos de emergencia como: insomnio (por cualquier razón), ganas de saludo nocturno, búsqueda de una charla sobre las propiedades curativas del apio, invitaciones a conciertos de jazz, informe de planes, expectativas y sueños, búsqueda de consejos, o simplemente satisfacer tu manía de escuchar mi voz mientras fumas y tomas una copa de tinto.
Las salidas, viajes o estancias en lugares ajenos a casa, están totalmente permitidas, siempre y cuando tomes una foto de mis ojos reflejando la luz del lugar y por la noche me dejes mirar por 15 minutos el cielo con estrellas (ante cielos nublados se permitirá una charla al aire libre, así llueva, truene o relampaguée).
Todo lo que no se ha previsto se resolverá mientras ocurra, sin necesidad de reglas o lenguajes in-com-pren-si-bles.
Dejo a tu elección ser tú, mientras yo siga siendo yo. para después ser "nosotros" cuando podamos soportarlo.
¿A poco no soy un amor?
Cuando quieras firmamos el contrato, lo rompemos, descorchamos la botella de vino... y empezamos a ser.

ATTE.
Yo, quien te espera con la tinta bien puesta.