nos impiden hablar.
Parecía imposible.
Nuestras propias palabras.
En cierto sentido todas las vidas son una misma cosa,
ya que cada vida es una cuerda.
Pero unas cuerdas sirven para saltar a la comba
y otras para ahorcarse con ellas.
y aquí entre dos calmas
lejos del cementerio
abro un libro de silencios
por la página de tu espalda
y encuentro la palabra alegría
y la palabra alegría lleva acento
y yo se lo quito
y te lo pongo en la nuca
Pedro Casariego Córdoba
Poemas encadenados (1977-1987)
Editorial Seix Barral. 2003
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