Tormentosas verdades

Ayer una tormenta eléctrica se dejó sentir sobre ésta ciudad. Un rayo alcanzó el servidor de la redacción del periódico en donde trabajo y eso amenazó la integridad de toda la edición. El punto es que para no desesperarnos decidimos tomar las cosas con calma y yo me puse a platicar con un editor.

Lo que comenzó como una charla de "literatura" basura, terminó siendo la neta aplicada del día.

Él estaba diciendo que el problema de los nuevos escritores es que quieren satisfacer a una sociedad que busca lo inmediato. Así empezamos a hablar de los satisfactores inmediatos en la música, la literatura, el cine, la comida... y "hasta en las relaciones personales" dijo él.

Yo me quedé callada porque me cayó un veintesote, mientras él seguía hablando: "es increíble que las personas ya no tomen el tiempo para conocerse y busquen sólo eso, la satisfacción a corto plazo".

Sólo asentí...

Porque así me he manejado en los últimos meses (¿o ya años?)...

Porque entonces descubrí que en realidad nunca he llorado por alguien, sino por mi propia desesperación, seguida de una muerte de ilusiones construídas en nubes.

Y porque ahora sé que nunca jamás me he enamorado de verdad...

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NOTA: Me estoy reconstruyendo, disculpe las molestias que ésto le ocasione.