Bajo una pequeña estrella

Que me disculpe la coincidencia por llamarla necesidad.

Que me disculpe la necesidad, si a pesar de ello me equivoco.

Que no se enoje la felicidad por considerarla mía.

Que me olviden los muertos que apenas si brillan en la memoria.

Que me disculpe el tiempo por el mucho mundo pasado

por alto a cada segundo.

Que me disculpe mi viejo amor por considerar al nuevo

el primero.

Perdonadme, guerras lejanas, por traer flores a casa.

Perdonadme, heridas abiertas, por pincharme en el dedo.

Que me disculpen los que claman desde el abismo el disco

de un minué.

Que me disculpe la gente en las estaciones por el sueño

a las cinco de la mañana.

Perdóname, esperanza acosada, por reírme a veces.

Perdonadme, desiertos, por no correr con una cuchara de agua.

Y tú, gavilán, hace años el mismo, en esta misma jaula,

inmóvil mirando fijamente el mismo punto siempre,

absuélveme, aunque fueras un ave disecada.

Que me disculpe el árbol talado por las cuatro patas de la mesa.

Que me disculpen las grandes preguntas por las pequeñas

respuestas.

Verdad, no me prestes demasiada atención.

Solemnidad, sé magnánima conmigo.

Soporta, misterio de la existencia, que arranque hilos de tu cola.

No me acuses, alma, de poseerte pocas veces.

Que me perdone todo por no poder estar en todas partes.

Que me perdonen todos por no saber ser cada uno de ellos,

cada una de ellas.

Sé que mientras viva nada me justificaporque yo misma me lo impido.

Habla, no me tomes a mal que tome prestadas palabras patéticas

y que me esfuerce después para que parezcan ligeras.

WISLAWA SZYMBORSKA

Un recordatorio post-tiempo

Hoy recibí un mail de esos que te puedes mandar a futuro. No entendí mucho de lo que me escribí, pero ahí va.

****

Dear FutureMe,

Hola tú.

Esta noche te escribo porque estaba lloviendo y no podía dormir. Bueno, tal vez sí podía, pero mi terrible necedad de encontrar algunas respuestas me hizo levantarme de la cama, encender la compu y quedarme con las mismas dudas.

En fin, en este momento me siento muy libre y eso sobre todo es porque los compromisos personales, las personas que podrían significar una "atadura" (aunque la palabra me parece terrible) simplemente no están.

Me siento un poco abandonada porque las amigas andan en otros desmadres y aunque suene increíble, creo que está bien aunque no puedo evitar sentirme un poco decepcionada.

En todo lo demás voy y estoy. Sin novedades todavía. Con cosas que hacer, detalles pendientes (como la tesis. espero que ya la hayas terminado porque se está convirtiendo en un dolor de cabeza) y como que un nada de estímulo para hacerlo.

Debo encontrarlo y encontrarme.

Por ahora es todo. Ciao linda!

La Silvia que es presente y se volverá pasado

Mejor control de la situación

No escribí esto hoy, pero lo encontré y tengo que conservarlo en algún lugar. Fue escrito el 18 de noviembre y al pie de página escribí: Metepec, México, 6:45 pm. Hace frío y no comeré uvas esta tarde.

***

El saco roto de las posibilidades
extiende los horizontes cada día.

¿Qué hago aquí
esperando un futuro forzado
que lucha contra el tiempo para poder llegar
y diluírse entre mis dedos?

¿Qué hago si te creo perdido
y aún te busco?

Si cada silueta cargara todas las esperanzas
que poso sobre ella al pasar,
el frío no me llegaría tan dentro
ni me movería así el cabello.

Si todavía entre la gente,
a un lado de tus gentes y de mis gentes, como diría Sabines,
todavía ahí,
aún me ignoras.

Sé que no vas a llegar,
ni la luna se encontrará conmigo esta noche.
Ni un beso,
ni una mirada,
ni una palabra me tocará.

Pero yo sigo esperando...
esa esperanza vestida de verde
me seduce con sus distancias lejanas.

Y tú, ¿me seduciste algún día
o sólo fue mi reflejo el que me guiñó el ojo?

Eres como la tormenta que se ignora
como el último grito
que un naúfrago
encerró en una botella.